Los pericitos son células que rodean los pequeños vasos sanguíneos de todos los tejidos microvascularizados, manteniendo su arquitectura y con funciones de defensa en diferentes condiciones patológicas. Además, son conocidos por su capacidad de actuar como células madre mesenquimales (MSC), con un papel relevante en la reparación de tejidos. El estudio recientemente publicado por Salinas et al. profundiza en el papel esencial que juega la autofagia mediada por chaperonas (CMA) en el mantenimiento de las propiedades antiinflamatorias y regeneradoras del pericito, destacándolo como célula mesenquimal del cerebro imprescindible para mantenerlo saludable en condiciones de inflamación patológica.
La CMA es un mecanismo protector que aparece en todos los tipos de células, y que es necesario para mantener la célula sana reciclando proteínas específicas que sobran, pero que además se encarga de eliminar proteínas en respuesta a distintas situaciones de estrés o daño celular. En este trabajo, los autores utilizaron pericitos de ratones con y sin actividad CMA y analizaron cómo esta vía influye en sus propiedades de MSC y en su capacidad de reparación de tejido en un modelo de inflamación cerebral en ratones.
Los resultados muestran que los pericitos con CMA activa conservan una firma génica mesenquimal, ya que son capaces de preservar su entorno celular mediante la liberación de proteínas, con propiedades regenerativas, y antiinflamatorias, que se incluyen dentro de lo que llamamos el secretoma. Por el contrario, cuando la actividad de CMA es afectada, los pericitos adoptan un fenotipo más diferenciado y proinflamatorio, con una pérdida de sus funciones mesenquimales, y por lo tanto, un secretoma defectuoso.
Un hallazgo relevante del estudio es que la inflamación por sí misma puede reducir la CMA en los pericitos, lo que conlleva a una pérdida de su potencial regenerativo. Sin embargo, recuperar la CMA en estas condiciones permite rescatar la expresión génica mesenquimal y mitiga la inflamación.
Además, los investigadores utilizaron un modelo de inflamación cerebral aguda en ratones para validar la eficacia terapéutica de estas células dependiente de CMA. El tratamiento intravenoso con pericitos que mantenían su CMA regeneró el tejido dañado y redujo la inflamación, consecuentemente restaurando los niveles de CMA de los propios pericitos del tejido cerebral dañado. De manera contraria, la terapia con pericitos defectuosos en CMA empeoró los resultados en los ratones dañados.
Los hallazgos de esta investigación demuestran que los pericitos son las células mesenquimales del cerebro cuyas propiedades regenerativas e inmuno-moduladoras son dependientes de la CMA. Por lo tanto, la reducción o eliminación de este mecanismo celular promueve un secretoma que perjudica la reparación de tejido en respuesta a daño inflamatorio, y que, por lo contrario, lo hace de gran interés, por su carácter pro-inflamatorio, para el desarrollo de terapias avanzadas en glioblastoma. De manera opuesta, la preservación o inducción de la CMA en el pericito, podría ser útil para el tratamiento de otras enfermedades inflamatorias.
Pueden consultar el trabajo en el enlace: https://doi.org/10.1016/j.jare.2025.04.015